Monseñor César Daniel Fernández fue designado nuevo obispo de la Diócesis de la Provincia de Jujuy, y asumiría el próximo 6 de agosto, en coincidencia con la celebración del Santo Patrono de la ciudad, el Santísimo Salvador.
Inmediatamente de recibida la noticia por parte de la Nunciatura Apostólica de la Argentina que también la dio a conocer en el resto del país como quinto obispo de la Diócesis de Jujuy, el nuevo vicario brindó una conferencia, en la que estuvo acompañado del vicario general de la Diócesis, padre Antonio Hernández.
En primer lugar, Fernández manifestó que recibió la noticia, con gratitud, “en primer lugar al Señor Dios que me pone en esta tarea, que me confía esta responsabilidad tan grande y con la confianza de que me llamó a este servicio, y no me va a abandonar”, dijo.
En segundo lugar, manifestó su alegría de poder permanecer en esta provincia, ya que hubiera sido triste para él tener que partir a otro lado luego de nueve meses en que acompañó a los jujeños y donde se sintió tan querido y tan contento en medio de sus actividades, y que para él también significó una buena noticia y pidió la oración de todos desde cada corazón al Señor, para el bien de la Iglesia y del querido pueblo.
Por lo expresado, en lo personal, que deseaba interiormente poder quedarse, “así que Dios se ve que escuchó mis oraciones y deseos, y me siento muy agradecido y muy feliz”.
En ese contexto, el nuevo obispo recordó que no tiene más palabras que reiterar lo que dijo el primer día muy informalmente, cuando la situación de monseñor Marcelo Palentini era muy difícil, y en la que asumió la tarea después de verlo en el sanatorio y como no lo había visto antes de su enfermedad, “estaba bastante golpeado yo mismo y lo que dije en ese momento, y lo repito, es que vine a poner el hombro. Hoy puedo decir también que vengo a poner el hombro, mi corazón, mi vida, mi servicio hasta que Dios quiera”.
En cuanto a lo atinente a la ceremonia de posesión comentó que la noticia de que la designación estaba en los últimos momentos fue recibida hace unas semanas, pero que se necesitaba terminar de cumplir algunos procesos que la Iglesia tiene también de acuerdo con el Estado Argentino, para que conociera su nombramiento y no hubiera dificultad, y recién ahí se aprobara definitivamente su designación en la Santa Sede.
Asimismo, monseñor Fernández explicó que ahora se abre un período de espera hasta que formalmente se realice la toma de posesión de la Diócesis de Jujuy y tendrá que combinar con el Arzobispado Metropolitano de Salta quien lo tendrá que poner en funciones.
Además, calculó que el Derecho Canónico le da dos meses para hacer este trámite a partir de ayer, en que fue notificado, por lo que estimó que aunque tiene que conversarlo con los sacerdotes, en principio están pensando que podría ser el próximo 6 de agosto, haciéndolo coincidir con la festividad de San Salvador.
En otro orden de cosas, el hasta ayer administrador apostólico comentó que en estos nueve meses en la provincia, le sirvió para conocer la Diócesis, la realidad de los sacerdotes, por lo que estimó que en el transcurso de los meses hacia fin de año, seguramente harán las modificaciones o cambios que sean necesarios y oportunos, pero que será sin ninguna prisa, porque no hay nada urgente que tratar.
En cuanto a los meses de experiencia en esta tierra diferente a la que estaba, monseñor Fernández, aseguró que esa situación supone siempre un aprendizaje; el inculturarse significa hacer un difícil proceso de conocer donde está parado uno, quienes son los que lo rodean, su cultura, su realidad, sus anhelos, sus deseos; creo es un aprendizaje que no termina nunca, puntualizando que “no creo que conozca plenamente toda esta realidad, pero estoy dispuesto a conocerla cada día más, a interiorizarme para poder servir cada vez mejor”.
Por último, de lo observado estos meses dijo “no sé si faltará hacer algo en la Diócesis, pero cada uno lo mira desde su óptica, yo veo que por lo que me demanda la gente, cercanía, compañía, escucha, estoy dispuesto a eso, a estar presente en la medida de mis posibilidades, en todas partes donde me necesiten y pueda servir”.
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