En su primera aparición pública tras el anuncio del Papa, el candidato a la máxima jerarquía católica omitió hablar de la sucesión papal. Invitó a reconciliarse con Dios y a "animarse a estrenar un corazón nuevo"
Crédito foto: DyN
Fue una celebración puramente religiosa y sin condimentos políticos.
En el día que da inicio a la Cuaresma, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, eludió en su homilía expresarse sobre la renuncia del Sumo Pontífice de la Iglesia Católica. Su mensaje se restringió al tiempo litúrgico que se abre y pidió a los feligreses comenzar “un camino de conversión” para reconciliarse con Dios.
“Dejar reconciliarse con Dios es estar de fiesta, es estrenar un corazón nuevo. Que en este primer día de la Cuaresma nos animemos a estrenar un corazón nuevo”, señaló hoy el cardenal porteño en la ceremonia que tuvo lugar en la catedral metropolitana, de la cual participó Infobae.
Hoy, “Miércoles de Ceniza”, es la fecha que da inicio a un período que dura 40 días y que concluye antes de la misa del Jueves Santo, donde se conmemora la última cena.
Durante este lapso, los católicos ingresan en un momento de reflexión, penitencia y solidaridad, para vivir “como verdaderos creyentes e hijos de Dios”.
“El comienzo de la Cuaresma está dirigida a nuestro corazón. A nuestro corazón y su relación con Dios. Decíamos que iniciamos un camino de conversión, a lo que Dios quiere. Y su amor de padre lo que quiere es un corazón convertido.
Que demos un paso más en su camino de acercarnos a él”, recordó Bergoglio en la homilía.
Luego de concluir con su discurso tradicional, el arzobispo de Buenos Aires impuso el rito de las cenizas a los fieles presentes en la catedral.
La celebración tuvo también la participación del obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Eduardo García, y el rector de la catedral, presbítero Alejandro Russo.
De esta manera, el primado prefirió atenerse sólo a los ritos eclesiásticos, lejos de la “sorpresa” mundial que produjo la noticia del renunciamiento de Joseph Ratzinger a continuar al frente del Vaticano.
La postura contrasta con lo sucedido días atrás, cuando Bergoglio elogió la decisión del Papa de dar un paso al costado en una entrevista a la agencia italiana ANSA. Por entonces, calificó ese gesto como “revolucionario”, “un cambio en 600 años de historia” del catolicismo.
“Creo que se trata de una decisión muy pensada delante de Dios y muy responsable por parte de un hombre que no quiere equivocarse él o dejar la decisión en manos de otros”, había apuntado el cardenal al respecto.
Por lo pronto, la sucesión de Benedicto XVI ya tiene fecha probable. El cónclave donde se anunciará la elección del nuevo pontífice será realizado entre el 15 y el 20 de marzo.
Mientras tanto, la puja al interior de la curia romana y las especulaciones sobre las posibilidades de los candidatos “papables” estarán en el orden del día.
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