El 1987 el ex presidente retó en público a un manifestante. Era Sergio Valenzuela, que decía que tenía hambre. "A vos no te va tan mal, gordito", inmortalizó el líder radical. El apuntado rememoró la experiencia
Pesaba apenas 70 kilos, pero pasó a la historia como el “gordito”.
Estaba desocupado, con ocho hijos que alimentar. Fue durante un acto en Chos Malal, Neuquén, el 4 de agosto de 1987, cuando el entonces presidente Raúl Alfonsín lo increpó. Ante el reclamo de una serie de manifestantes que decían tener hambre, el mandatario arengó: “A vos no te van tan mal, gordito”.
“En aquel momento fue duro. Estaba pasándola mal en lo económico y no fue grato”, recordó Sergio Valenzuela en una entrevista con Radio 2 de Rosario.
“Me dio algo de miedo. Temía represalias, porque tuve una captura y estuve detenido diez días por desacato a la investidura presidencial”, contó.
Seis años más tarde el recordado Jorge Guinzburg los reunió en televisión. “Es un gusto conocerlo y darle la mano, y, en todo caso, pedirle disculpas. Yo me salí de tono y creo que Sergio también”, comentó el ex presidente.
“Las disculpas la tengo que pedir yo”, retrucó el “gordito”.
Incluso tras la muerte de Alfonsín, contó en una entrevista con Canal 13 que volvió a reunirse con el ex mandatario. “Él me dio una mano económicamente”, explicó. ¿El precio? El eterno apodo de “gordito”. Y que más de uno lo tildara de “loco”.
Hoy su situación vuelve a ser la misma.
Señaló que algunos de sus hijos “no tienen trabajo ni vivienda”. Pero aclaró que esta vez no espera la ayuda de un político. Aunque volvió a encontrarse con un Alfonsín, Ricardo, el hijo de Raúl, en 2011. “Se emocionó cuando me vio”, indicó.
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