SOCIEDAD
Uno de los casos ocurrió en Santa Fe. Un efectivo penitenciario confesó haber matado a su mujer de 27 puñaladas. En San Luis, una joven a punto de dar a luz recibió un disparo en la cabeza por su novio, quien luego se suicidó. El bebé también perdió la vida
Crédito foto: Gentileza Diario Uno
Una adolescente de 18 años que estaba a pocos días de dar a luz fue asesinada de un balazo en la cabeza en la ciudad de Villa Mercedes, en San Luis, por su pareja, de 22, que era el padre del bebé y que tras el crimen se suicidó.
El asesinato fue cometido en una vivienda situada en el barrio Güemes durante la madrugada del sábado, destacaron a la prensa fuentes policiales.
La víctima fue identificada como Rocío Anabel Bordoña, quien en pocos días más iba a dar a luz a un varón, hijo de Hugo Miguel Palacio, quien se quitó la vida de un disparo instantes después de perpetrar el crimen, según consta en la causa judicial, que fue caratulada "homicidio seguido de suicidio".
El bebé que la víctima llevaba en su vientre, en tanto, no sobrevivió a la herida padecida por la madre.
Internada
En la Capital Federal, en tanto, una adolescente de 17 años que fue quemada por su novio, permanecía hoy internada en grave estado en el Hospital del Quemado, informaron sus familiares a la prensa.
La víctima, llamada María Soledad, fue atacada el viernes pasado un hombre, de 26 años, quien luego de discutir le arrojó alcohol y la prendió fuego con un fósforo dentro en una vivienda ubicada en la calle Cosquín 643, de la localidad bonaerense de Ingeniero Budge.
Los familiares de la adolescente señalaron que padeció quemaduras en casi el 50 por ciento de su cuerpo, especialmente desde la cintura hacia arriba.
El último caso
Una mujer de 32 años, embarazada de siete meses, fue asesinada con 27 puñaladas y su marido, un agente penitenciario, fue detenido en la ciudad de Vera, y horas más tarde confesó el crimen.
El hecho se produjo alrededor de las 3, en una vivienda de Vera, en Santa Fe entre 9 de Julio e Hipólito Yrigoyen, donde fue ultimada Andrea Viviana Ortiz.
Los vecinos fueron alertados del hecho por la hija de la mujer, de 8 años, quien salió a los gritos pidiendo ayuda y fue asistida por un trabajador que regresaba a su domicilio, tras lo que los habitantes de la zona alertaron al 911.
Personal policial arribó al lugar y se comunicó luego con el esposo de la víctima, el suboficial penitenciario Adrián Vega, de 40 años, quien se aprestaba a tomar servicio en la Unidad Penal de la localidad de Santa Felicia, a 20 kilómetros de Vera, cuando quedó detenido.
Efectivos de la policía científica encontraron manchas de sangre en el automóvil y la ropa que vestía el marido, informaron fuentes de la fuerza de seguridad.
En su indagatoria, el funcionario de seguridad se quebró ante los sumariantes y admitió que acabó con la vida de su pareja con un punzón, por celos.
En sus dichos, que reproduce el sitio InfoVera.com, Vega dijo que había discutido con su compañera por motivos de celos debido a que no le gustaba que cuando iba a trabajar, turnos de 24 horas, llegaran a su casa terceros a jugar a los naipes.
El asesino añadió que tras el cruce partió para su lugar de prestación de servicio, la cárcel de Santa Felicia, pero una vez allí los pensamientos no dejaron de atormentarlo. Fue así que pasadas las 2 de la madrugada, cuando estaba en el descanso del turno de guardia, se escapó hacia Vera.
Precisó que cuando llegó a su vivienda volvió a pelear con Andrea, las palabras fueron subiendo de tono hasta que perdió el control de sí y con un punzón de poca punta se lo clavó en el cuerpo 27 veces.
La dejó tirada y volvió a su trabajo, con las ropas manchadas con sangre. Vega sostuvo no recordar cómo la mató ni los momentos vividos hasta que regresó a su empleo, indicó InfoVera.com. Se desconoce si el bebé que esperaba la pareja, de 7 meses de gestación, sobrevivió o no a las puñaladas.
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