En el acto central por el paro general, el secretario general de la CGT criticó que el Gobierno no se abra al diálogo, pidió que se adelante la modificación en el mínimo no imponible, volvió a reclamar por los fondos de las obras sociales, solicitó la nacionalización del Banco Hipotecario y confirmó que intentará continuar en la conducción de la central
Hugo Moyano encabezó el acto del gremio de Camioneros en Plaza de Mayo con motivo del paro nacional que convocaron la semana pasada y al que adhirió parte de la CGT. Allí, aseguró que será reelegido al frente de la central en el congreso del próximo 12 de julio, reiteró sus críticas contra el gobierno nacional y llamó a la "unidad de todos los trabajadores" para enfrentar los "problemas que se avecinan".
El secretario general del gremio de Camioneros reconoció en su discurso que la situación argentina "desde el punto de vista económico no es tan grave" gracias a la "tendencia favorable que dio la economía global y que permitió superar la situación del 2001". Sin embargo, advirtió: "Acá pareciera que se hubiera logrado el milagro alemán. Pareciera que estamos en el mejor momento de la historia de Suiza. Toda la Argentina lo sabe, no es así. No tenemos los problemas del 2001, pero se avecinan problemas".
En ese contexto, Moyano destacó que en la Plaza de Mayo hayan confluido no sólo "los muchachos de la izquierda, de la CGT Azul y Blanca (que responde al gastronómico Luis Barrionuevo) y la CGT", sino también "todos los trabajadores, no sólo los físicos, sino intelectuales, científicos y comerciantes".
Por eso, llamó a todos ellos a confluir de cara al futuro. "Este es el problema basal de los argentinos. Todos estamos dispuestos a colaborar y contribuir con los problemas que se avecinan, pero lo que molesta y no nos gusta es la forma de imposición que tienen. Hacer todo por imposición, como si fuera una dictadura, hacer todo lo que ellos quieren hacer sin consultar con nadie", disparó contra el gobierno nacional.
El titular de la CGT no escatimó en críticas contra la gestión de Cristina Kirchner. Encabezó primero con sus habituales reclamos para que se suba el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, que se pague el dinero adeudado a las obras sociales sindicales y que se universalice el pago de asignaciones familiares.
A eso, además, sumó el reclamo de que se nacionalice el Banco Hipotecario para avanzar en un plan de viviendas; el pedido para que se incrementen las jubilaciones mínimas, una protesta porque los empleados municipales no pueden negociar sus salarios en paritarias y la denuncia de que el Ministerio de Trabajo de la Nación "tiene tres mil trabajadores precarizados".
De todos modos, Moyano aclaró que sus protestas "no son destituyentes", pero advirtió: "Si no aprovechamos la tendencia favorable que nos ha dado la economía mundial cuando desaparezca, los compañeros que vivían en una villa van a seguir viviendo en una villa y los compañeros que alquilaban, alquilando".
El líder camionero aprovechó además su discurso para referirse a la situación interna que vive el sindicalismo en general y la CGT en particular. En primer término, aclaró que "muchos" gremialistas no asistieron a la movilización porque fueron "presionados directa o indirectamente para que se alejen".
Pese a eso, Moyano aseguró que la marcha se desarrollaría "en paz" pese a que la presidente Cristina Kirchner "intentó meter miedo a la gente" al anunciar que no habría custodia de la Policía Federal en el acto.
Luego, se despachó contra los sindicalistas que se oponen a su reelección al frente de la CGT y no adhirieron a la marcha: "Sé que muchos dirigentes gritaban, blasfemaban contra el Gobierno porque no le daba respuesta a tal o cual cosa y hoy son sus súbditos. En los 90 hacían lo mismo, cuando nosotros estábamos en el MTA (Movimiento de Trabajadores Argentinos) y en la CGT disidente. Ellos decían: 'Ustedes protesten, que nosotros cobramos'. Ahora están haciendo lo mismo".
"Preferimos perder con dignidad que ganar con vergüenza", apuntó. "Ya las organizaciones gremiales son atacadas permanentemente. Pero no se dan cuenta de que perduran en el tiempo. Hemos superado gobierno militares, civiles y de dictadura financiera. Hemos superado todo y lo vamos a seguir superando", remató.
Moyano también dedicó un apartado del discurso contra su rival para dirigir la CGT, el metalúrgico Antonio Caló, a quien acusó de ser el candidato de la Unión Industrial Argentina. De conseguir la dirección de la central obrera, el líder de la UOM pasaría a ser "un ministro del Ejecutivo para recibir órdenes", aseguró.
Pero, de todos modos, aclaró: "Cristina no se va a ir del Gobierno hasta que no cumpla el mandato. Y yo, como voy a renovar el mandato, en julio voy a seguir en la CGT".
Para concluir, el líder camionero reiteró que a la Presidente "no le costaría nada" recibirlo para "dialogar con los trabajadores u otros sectores de esta sociedad". "Espero que con la capacidad e inteligencia que da a entender se dé cuenta que no puede seguir con esa soberbia abrumadora", cerró Moyano tras 44 minutos de discurso.
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