SOCIEDAD
La historia la protagonizó el joven bombero de la localidad misionera de San Pedro, Julián Benítez, de 16 años.
El muchacho acudió el pasado lunes a la madrugada a un accidente de tránsito registrado por la ruta provincial 20, a 25 kilómetros de su comuna, tras la convocatoria de la sirena que daba cuenta del “Código 2”, que indica siniestro.
Infortunada sorpresa se llevó el joven Julián cuando observó que uno de los protagonistas del gravísimo accidente era ni más ni menos que el vehículo Renault 19 de su familia, informó el sitio Cadena 3.com
El muchacho, pese a observar a su padre salir del automóvil ensangrentado tras impactar de manera frontal contra una camioneta F-100, acató la orden del segundo jefe del cuartel, Jorge Mendoza, quien le solicitó asistencia al conductor del rodado de mayor porte.
El trágico choque se cobró la vida de su madre, una tía y una prima. Julián inmobilizó con una camilla y un cuello ortopédico a Pedro Pauluk, de 64 años, y lo asistió en la ambulancia hasta llegar al hospital.
En el camino, Pauluk se descompensó y el menor junto a su jefe, tuvieron que realizarles los masajes correpondientes, ya que el herido había entrado en paro.
Tras entregar el lesionado a los médicos del hospital de San Pedro, Benítez pidió al jefe de bomberos retirarse del operativo para asistir a su padre.
“Este chico ha demostrado un temple y profesionalismo más allá de cualquier expectativa. Es impensado salir y encontrarse con que las víctimas de un accidente son tus familiares”, señaló a Cadena 3 el jefe de bomberos de San Pedro, Jorge Atilio León.
“Nos dio una lección de vida. Nunca pensó que iba a salir a rescatar al padre y a la familia”, agregó el funcionario público.
En otro sentido, León aseguró que Julián hace cinco años que trabaja en el cuartel como cadete y adelantó que su padre, único sobreviviente de la familia Benítez en el accidente, le manifestó su interés de sumarse al cuerpo de bomberos “para estar cerca de su hijo”.

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