JUJUY
Los condicionantes de esta nueva campaña son el bajo precio del producto principal y las inclemencias climáticas.-
El Ingenio Ledesma dio inicio ayer a la zafra 2013.
El hecho simbólico de la primera volcada de caña de azúcar en los trapiches es todo un acontecimiento que trasciende los muros de la planta fabril y las fronteras de la ciudad que la acuña en sus entrañas desde 1908. Libertador General San Martín amaneció ayer con un toque de sirena que se extendió más del tiempo que habitualmente suena para anunciar los cambios de turno.
A las 6.45 su sonido pareció extenderse a lo largo de la planicie que forman las miles de hectáreas de cañaverales que rodean al complejo agroindustrial.
La sirena se hizo sentir durante quince minutos, lo suficiente para dejar en claro que se trataba de un amanecer distinto y auspicioso, para la economía regional y, fundamentalmente para los trabajadores que absorbe la compañía azucarera.
La primera volcada de caña de azúcar se hizo sobre el trapiche 2 casi al mismo momento en que las primeras luces del día comenzaban a aparecer. La del protocolo, que sirvió para la bendición de la cosecha y del proceso de producción de la materia prima llegó poco después, a las 10.41.
En el lugar se realizó un oficio religioso que estuvo a cargo del padre Fernando Ortiz.
Allí un grupo reducido de directivos, empleados jerárquicos y profesionales de la planta fabril, encabezados por el administrador general de Ledesma, Federico Gatti, participaron de las breves palabras del religioso, quien dijo que al producto que se genera hay que agregarle, además de valor, un significado que ayude a comprender la proyección de la vida misma y la importancia que tiene el sacrificio de todo el grupo humano de trabajo para el resultado final de la cosecha.
Luego, el cura y algunos de los presentes arrojaron agua bendita sobre la fosa repleta de caña de azúcar que se disponía a viajar en una enorme cinta hacia el interior de la planta. La ceremonia culminó con una oración y el aplauso cerrado de todo el personal reunido para la ocasión.
El Tribuno de Jujuy fue el único medio que tuvo el privilegio de presenciar tamaña intimidad y de observar el instante único que marca a cada trabajador del Ingenio y a miles de familias que, en toda la región, dependen directa o indirectamente de la actividad de la fábrica, cada vez más compleja con la diversificación de su producción.
Misa de acción de gracias
Más tarde el acto oficial también fue precedido por una actividad religiosa. Como todos los años, la Iglesia Nuestra Señora del Rosario fue el epicentro de la concentración de directivos de la prestigiosa firma azucarera, funcionarios provinciales, legisladores, representantes de distintos sectores de la actividad privada de Jujuy, trabajadores de Ledesma y referentes de los pequeños productores de caña.
Como una muestra de la prosperidad que implica la actividad azucarera para una vasta región del país, el ingreso a la coqueta iglesia fue decorado con dos macetas con cañas, al lado de un banner con una reflexión sobre el esfuerzo que implica para varias personas alcanzar el producto principal -el azúcar- y todos sus derivados, el alcholol, el papel y el bioetanol.
En una frase que se escuchó al comienzo de la misa quedó sintetizado el sentir de toda una población que vive al ritmo del Ingenio Ledesma.
“Volvemos a escuchar los ruidos de la zafra en toda la ciudad, en una señal de buenos augurios, prosperidad y bienestar para toda la comunidad”, se escuchó decir a la ayudante del padre que celebró la Eucaristía.

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